sábado, 23 de abril de 2011

SERMON 2: Cumplamos la comisión.

35 Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. 36 Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor. 37 Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos. 38 Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies.
Mateo 9:35-38
Al ver el texto me propongo extraer la mayor riqueza espiritual para aplicarlo a nuestras vidas. Debemos recordar siempre que nuestro Señor Jesucristo nos dijo lo siguiente: “Aprended de mi” y esto nos proponemos, poniendo los ojos en Cristo autor y consumador de nuestra fe
v35 “Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas”
Nuestro Señor iba de un lugar a otro, avanzando y haciendo una excelente cobertura de cada ciudad y pueblo. Él no menosprecio ningún lugar, no hizo diferencias entre grandes urbes y pequeños poblados.
Su motivación era una: Predicar la buena nueva de salvación en todo lugar y a toda persona, “y el que creyere será salvo”.
Normalmente no pensamos en imitar al Señor en esta área, más bien tenemos una mirada particular, mezquina y vaga sobre la evangelización. Para la mayoría nunca en su vida tendrían la disposición a recorrer ciudades, aldeas, poblados o comunidades para llevar el evangelio. El pensamiento general es: "alguien lo hara y no es mi responsabilidad"
Hay iglesias con claridad en cuanto a la misión que llevamos sobre nuestros hombros, iglesias locales que miran la necesidad y están preparando a cristianos nacidos de nuevo (como si existieran otros) para llevar la palabra a muchos lugares. C.H. Spurgeon dijo lo sgte.: “La iglesia tiene todo en este momento para alcanzar cada pueblo del mundo con el evangelio, tiene los recursos, la infraestructura, Ah!!! Solo falta algo: la disposición”
Hoy en día, a modo de ejemplo, en la comuna de la Florida (Stgo-Chile) deben haber alrededor de 200 o más iglesias “evangélicas”; ¿Alguna recorre pueblos o localidades para ver donde hay que llevar el evangelio? Y es ahí cuando nos damos cuenta que nuestro foco no es otro sino hacer crecer nuestro “ministerio”. Muchos se sienten felices porque abrieron sucursal en otra comuna y se dicen: << ha crecido “nuestro ministerio”>>; pero acaso no ves que Santiago está llena de iglesias, gastas tiempo y usas personas en nombre de Dios para que las administren y por qué mejor no les preparas para llevar la palabra a localidades ya sea en el país o el extranjero donde no hay predicadores de la verdad.
No nos gozamos por llevar la medicina de salvación a lo perdidos sino por abrir otro local anexo lo cual hace crecer “nuestro ministerio”. Amados que están en Cristo tienen las escrituras ¡Despierten! ¡Despierten!
Hay lugares del sur y norte en este país, donde hay siervos de Dios que estarían felices si tu enviaras a alguien para ayudarle con el discipulado, predicando, visitando, cumpliendo la misión.
Pero que viene a nuestra mente o como consejo: " Mejor abramos una obra nosotros o quitémosle el letrero al Pastor y coloquemos el nuestro, es mejor tener lo de uno, lo propio"
Y quien ha dicho que la obra es nuestra ¿la obra es tuya? O ¿es mía? No, es de Cristo.
Pero dirás: <<¿Qué pasaría si dedico todos los años de mi vida a apoyar a otros y en otros lugares, estaría trabajando para otros y nunca trabajaría por lo mío?>>
Ese es el punto, no trabajamos para nosotros sino para Dios y sus propósitos. Hay veces que en nuestro peregrinar nos encontramos con don “avaricia cristiana” (lo cual es absurdo) y parece decirnos:<< Hazte un nombre en las cosas de Dios, entre más tengas más respetado serás>>. Yo te digo en nombre de Dios ¡Calla esa voz del infierno y no prestes oído a esa carnalidad pues aunque se vista de espiritual, no nace de Dios!
En cambio Dios ha prometido recompensar tu servicio y negación, pero si quieres trompeta y gloria de los hombres no esperes Su recompensa.
Oh que Dios le mueva a recorrer cada ciudad, aldea y nación predicando que hay salvación en el nombre de Cristo.
El Señor Jesucristo tenía una tarea, o como él dijo cuando se encontró con la samaritana: “Mi comida es que haga la voluntad de mi Padre y que acabe su obra”
Hay un deber para cada iglesia local en cada país, esto es: EVANGELIZARLO.
Debemos ir a todo lugar, destinar recursos a ir por pueblos, comunidades y aldeas para apoyar la iglesia de Cristo en ese lugar y si no la hay, enviar hermanos-obreros nacidos de nuevo y profundos estudiantes de la Palabra de Dios para que abran local en ese lugar, a estos es a quienes hay que enviar y no a nuevos convertidos o los de menos estima para tan grande responsabilidad.
Dios no dará por inocente a quien tome su nombre en vano ¿verdad?
¡Entonces tampoco tendrá por inocente a quien tome su gloriosa obra en vano!
Amado de Dios mira la orden de tu Señor y veras que Él te dice ¡Id! ¡Vayan y hagan discípulos!
¿Qué haces? ¿Apoyas con entregar algún folleto de la verdad periódicamente, oras por misioneros que están en tu país y/o el extranjero, apoyas a quienes lo hacen?
Leonard Ravenhill dice: " Los cristianos de hoy gastan más dinero en sus mascotas que en apoyar la tarea de la evangelización" Que triste realidad y vergüenza.
¿Donde están los hombres y mujeres de Dios dolidos hasta no poder por los perdidos?, ¿Hay alguien que diga: "Señor úsame" Y comience a prepararse en su Palabra, oración y ayuno?
El Señor Jesús iba enseñando y predicando la buena nueva en todo lugar y a toda persona. , ¿Enseñaras tú o te prepararás para enseñar? Si has dicho amén ¡Adelante en vuestra preparación y ejecución de lo que has propuesto en tu corazón!
v37 “Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor”
Todo nuestro texto nos muestra a un Señor amoroso y misericordioso que no buscaba su beneficio sino hacer la voluntad tomada en la Deidad, voluntad de salvación en su persona y obra. Podemos leer que el Señor miro a esta gente, mucha gente desamparada y se compadeció.
Lo que vio fue personas sin amparo, desprotegidas y sin refugio, abandonada y vacía en lo más profundo de su ser, gente con necesidad de ayuda, de alguien a quien acudir. Al ver esto tuvo un profundo sentimiento por ellos.
Hoy, la situación no es distinta, cuando nos encontramos a una hora avanzada, a las puertas del retorno de Cristo por los suyos. Mira a tu alrededor, almas en dolor, perdidas y sin esperanza, acechadas por las falsas religiones que tratan de darle un amparo pero jamás podrán hacerlo porque el único amparo, la única torre fuerte y refugio seguro “Nuestro Señor Jesucristo”.
¿Ha sido el Señor tu amparo? ¿Crees que pueden refugiarse en Cristo el oficinista o también el ladrón? Si lo crees, anda y díselo.
Dile que hay salvación y nueva vida en Cristo, dile que después de esta vida hay eternidad, y diles que Él llama a todos diciendo “Venid a mi” mt. 11:28

V37,38 Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos. 38 Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies.

¿Serás tú uno de ellos?, ¿serás tú un obrero en la Gloriosa Viña de Dios?

En reverencia a Cristo
Jorge Diocares J.

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